Las Fiestas Patrias en Chile son sinónimo de mesa larga, empanadas, asados y mote con huesillo. Pero cuando tu bebé tiene una alergia alimentaria —ya sea a la proteína de la leche de vaca, huevo, soya u otros alimentos—, el panorama cambia.
De repente, la comida deja de ser solo disfrute y se convierte en un constante ejercicio de cuidado. Porque todo lo que comes mientras amamantas puede impactar directamente en tu guagua. Y aunque lo haces con amor, a veces pesa: mirar la mesa llena de opciones “prohibidas”, sentirte distinta, o escuchar el típico “pero un poquito no más no le hará daño”.
El desafío emocional de la restricción
No es solo un tema de dieta: es un ajuste emocional y social. Estás en un periodo sensible como lo es el postparto, donde ya cargas con cansancio, cambios hormonales y nuevas responsabilidades. Y a eso se suma el esfuerzo de revisar etiquetas, explicar a la familia y cuidar cada bocado que llega a tu plato.
Es normal sentir frustración o incluso tristeza. Pero también es importante recordarte que esto es transitorio y es por el bienestar de tu bebé. Tu esfuerzo sí hace la diferencia: cada decisión alimentaria que tomas ayuda a que tu hijo/a se sienta mejor y crezca más sano.
Tips para vivir unas Fiestas Patrias más amables con tu bebé alérgico
- Prepara tu propia versión festiva
Si hay empanadas, haz una con masa y relleno aptos. Si habrá asado, reserva un corte simple y seguro. Así te integras a la mesa sin sentir que solo “miras de lejos”. - No vayas con hambre
Antes de salir a fondas, ramadas o reuniones familiares, come algo en casa que sepas 100% seguro. Así evitas la tentación de improvisar con alimentos que podrían causar síntomas en tu bebé. - Sé clara y firme
Cuando alguien insista en ofrecerte comida, recuerda: no es un capricho, es un cuidado médico. Una explicación simple como “mi guagua tiene alergia, y todo lo que yo como le afecta” suele ser suficiente. - Busca el disfrute en otros detalles
El baile, la música, las risas y los juegos tradicionales también son parte de la celebración. Pon el foco ahí, y verás que el festejo puede sentirse completo aunque tu plato se vea distinto. - Date permiso de sentir
Si te da pena o rabia, también está bien. Validar tus emociones es parte de cuidarte. Conversarlo con otras mamás en la misma situación puede aliviar la carga.
Un mensaje para ti
Si este 18 sientes que tu mesa no luce igual que la del resto, recuerda: tu renuncia momentánea es un regalo enorme para tu guagua. No es fácil, pero tu esfuerzo es amor en acción.
Y aunque las Fiestas Patrias suelen girar en torno a la comida, la verdadera celebración está en compartir, reír, bailar y crear recuerdos. Eso sí es lo que quedará en el corazón de tu familia.