Quizás no lo sabías, pero la forma en que respiras puede afectar directamente la salud de tu piso pélvico. Muchas veces damos por sentado este proceso automático, sin darnos cuenta de que puede ser una poderosa herramienta terapéutica, sobre todo para mujeres en etapas como el embarazo, postparto o simplemente en su vida activa diaria.
El piso pélvico no trabaja solo. Forma parte de un sistema funcional llamado CALP (Complejo Abdomino Lumbo Pélvico), que también incluye al diafragma (músculo principal de la respiración), la musculatura abdominal profunda y los músculos lumbares.
Cada vez que inhalamos, el diafragma desciende, generando presión hacia abajo. Esto provoca un leve estiramiento en el piso pélvico. Al exhalar, el diafragma sube y, en condiciones ideales, el piso pélvico también asciende, activándose de forma coordinada.
Una respiración superficial, torácica o agitada puede alterar este equilibrio. Esto genera tensiones innecesarias o una activación deficiente del piso pélvico, lo que a largo plazo puede contribuir a molestias como incontinencia urinaria, sensación de peso vaginal, dolores lumbares o disfunciones sexuales.
Además, muchas mujeres, por estrés o malos hábitos posturales, tienden a “desconectar” esta coordinación natural. Por eso, aprender a respirar de forma consciente y funcional es clave en cualquier programa de recuperación o fortalecimiento del piso pélvico.
Una forma sencilla de reconectar es practicar la respiración diafragmática:
Este pequeño ejercicio, realizado a diario, puede marcar una gran diferencia.
En Vital Woman trabajamos la respiración como base para recuperar y fortalecer tu piso pélvico. Si sientes que algo no anda bien o simplemente quieres prevenir, te invitamos a conocernos y a respirar con propósito.
