Durante el embarazo, es común experimentar molestias físicas como dolor lumbar, tensión muscular, hinchazón o calambres. Una herramienta simple, segura y efectiva para aliviar estos síntomas es el uso de compresas calientes o frías, siempre con el acompañamiento adecuado.
¿Cuándo usar compresas calientes?
Las compresas calientes ayudan a relajar los músculos y aliviar tensiones. Son especialmente útiles cuando sientes:
- Dolor lumbar o cervical
- Tensión en la pelvis o espalda baja
- Calambres musculares
- Malestar general por estrés o sobrecarga
¿Cómo usarlas?
Coloca una compresa tibia (nunca muy caliente) sobre la zona afectada por 15 a 20 minutos. Asegúrate de que la temperatura sea cómoda y que no irrite tu piel. Evita el uso directo en el abdomen, especialmente en etapas avanzadas.
¿Cuándo usar compresas frías?
Las compresas frías son ideales para desinflamar y aliviar zonas con hinchazón o dolor agudo. Puedes usarlas cuando tengas:
- Piernas o pies hinchados
- Sensación de calor e inflamación en articulaciones
- Dolores localizados más intensos (como ciática)
¿Cómo usarlas?
Aplica una compresa fría envuelta en un paño sobre la zona afectada entre 10 a 15 minutos. No uses el frío de forma prolongada ni directa sobre la piel.
Recomendación Vital Woman
El uso de calor o frío puede ser un complemento muy útil durante el embarazo, pero siempre debe ir acompañado de una evaluación kinésica adecuada. En Vital Woman, te orientamos sobre cómo usar estas herramientas de forma segura y personalizada según tu etapa y necesidades.