La kinesiología es una ciencia del movimiento que ha transformado vidas desde sus inicios. Se centra en la recuperación, prevención y optimización del cuerpo humano, ayudando a las personas a moverse mejor, vivir sin dolor y recuperar su autonomía física. Hoy, es una disciplina fundamental en áreas como la neurología, el deporte, la respiración y, por supuesto, la salud de la mujer.
En Chile, celebramos el Día del Kinesiólogo cada 6 de mayo, en conmemoración de la creación de la primera Escuela de Kinesiología en la Universidad de Chile en 1969, un hito que marcó el inicio formal de la formación profesional en esta área dentro del país.
Lo que muchos no saben es que las mujeres han tenido un rol clave en la historia de la kinesiología, abriendo camino en una época donde pocas podían ejercer libremente una profesión sanitaria.
Por ejemplo, en Chile, la primera mujer kinesióloga titulada fue Elena Caffarena, quien se graduó en la década de 1930 y que además fue una reconocida activista feminista y defensora de los derechos civiles. En el mundo, figuras como Florence Kendall, kinesióloga estadounidense nacida en 1910, marcaron un antes y un después. Florence fue pionera en el estudio del fortalecimiento muscular y sus manuales aún se usan en la formación de kinesiólogos y kinesiólogas a nivel global.
Hoy, en Vital Woman, seguimos ese legado con un equipo de kinesiólogas comprometidas con la salud femenina. Mujeres que no solo aplican ciencia, sino que también escuchan y acompañan procesos vitales como el embarazo, el postparto y la vida activa.
En este Día del Kinesiólogo, celebramos no solo una profesión, sino también a todas las mujeres que, desde sus inicios, hicieron historia con cada paso.